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 FAMILIA  MISIONERA

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Qué se propone?

Formar familias que sean misioneras en su Interior, en su comunidad local y hacia todas las gentes. El Programa ofrece el servicio de Animación Misionera, Formación Misionera, Organización Misionera, Comunión Misionera y Cooperación Misionera, para que las familias realicen su vocación y compromiso dentro del plan de Dios, en su estado de vida.  Con ello se busca despertar en las familias el sentido misionero universal para cumplir mejor la misión como verdaderas familias católicas, bautizadas y enviadas a propagar el reinado de Dios a todos los lugares.

¿Qué realiza la familia en cada uno los niveles?

Para ser Misionera dentro del propio hogar,  la familia se propone:

  • Ser verdadera comunidad de vida y de amor.  Tener a Dios amor como centro del hogar.

  • Transmitir y cuidar responsablemente de la vida de todos los miembros de la familia.

  • Apreciarse, valorarse, compartir lo que se es y ayudarse a progresar en todos los aspectos.

  • Comprenderse, reconciliarse y reflejar en familia el amor y la paz de Dios.

  • Ser Iglesia en pequeño: comunidad eclesial viva, dinámica y misionera.

  • Hacer cada día la “Escuela de amor con Jesús” escuchando bien la Palabra, meditándola, orándola, viviéndola y comunicándola a otros hermanos.

  • Compartir la educación en la fe.

  • Compartir en familia la oración y la Eucaristía.

  • Animarse los unos a los otros para incrementar el espíritu misionero universal.

  • Formarse para la misión “más allá de las propias fronteras”.

  • Participar en el encuentro de iniciación a “Familia Misionera”.

  • Realizar el “encuentro semanal de familia”, en el cual se escucha la Palabra de Dios, se comparten las experiencias de familia y se preparan para servir a otras familias.  Aprovechar los guiones y otros materiales misioneros elaborados para el crecimiento como Familia Misionera.

  • Informarse sobre las misiones en familia.

Para ser misionera en su comunidad, la familia se propone:

  • Ser familia amiga de todos, de puertas abiertas y corazón sin fronteras.

  • Ayudar a otras familias para que sean verdaderas comunidades de vida y de amor.

  • Compartir la oración con familiares y amigos.

  • Anunciar el Evangelio a familiares, amigos vecinos, compañeros de trabajo, compañeros de estudio y a otros hermanos de la comunidad.

  • Visitar cada mes, en familia, a una familia necesitada.  Compartir el propio pan y la fe con las familias más necesitadas.  Llevarles la Palabra, la vida nueva y el amor de Dios.

  • Colaborar con la pastoral de la parroquia.

  • Animar a otros familiares y amigos para que sean buenos misioneros.

  • Apoyar  la formación y el servicio de las vocaciones misioneras.

  • Participar en una Eucaristía – Encuentro mensual con otras “Familias Misioneras” para compartir testimonios misioneros, recibir aportes formativos y proyectar servicios misioneros para las familias de la comunidad.

  • Participar también en la “Convivencia semestral”, en la cual se intercambien experiencias misioneras, se estudie un tema formativo y se acuerden líneas de acción para el servicio misionero a las familias.

  • El amor es expansivo, por lo tanto la familia evangelizada, indefectiblemente se convierte en familia evangelizadora que lleva a la familia a compartir con familiares, amigos, compañeros de trabajo y vecinos, la experiencia de vivir y sentirse discípula misionera.

Para ser misionera hacia todas las gentes, la familia se propone:

  • Vivir en comunión con la Iglesia diocesana y del mundo entero.

  • Ofrecer el testimonio de vida cristiana por las misiones y por los misioneros.  Consagrarse a vivir santamente por las misiones.

  • Ofrecer, cada día, oraciones y sacrificios por las misiones del mundo entero.

  • Mantener activa la “alcancía misionera” y contribuir con una generosa ofrenda económica a las necesidades de los misioneros y de las misiones católicas.

  • Tener un corazón misionero universal para servir a todas las gentes.

  • Salir a evangelizar al lugar donde Dios envíe, más allá de las propias fronteras.

  • Ayudar a otros hermanos a que realicen servicios misioneros, sobre todo a favor de los no cristianos.

¿Para qué?

  • Despertar y formar en las familias el sentido misionero universal para que vivan mejor su misión como verdaderas familias católicas.

  • Promover la comunión y el servicio misionero dentro de cada familia y desde ellas hacia otras familias, en su propio ambiente y más allá de las fronteras.

  • Promover y apoyar la animación misionera de los servidores de pastoral familiar.

  • En síntesis: para ser y hacer discípulos misioneros para Jesucristo.

 

¿Para quiénes?

El Programa se presenta a todas las familias católicas, con especial atención a las familias de los niños vinculados a la Obra de Infancia Misionera y a la de los jóvenes y enfermos vinculados a la Obra Propagación de la Fe.  También a los movimientos familiares, Agentes de Pastoral Familiar, sacerdotes, religiosas y Familias interesadas en el Programa.

¿Qué se hace?

El Programa FAMILIA MISIONERA para dar cumplimiento a lo que se propone, tiene dos Actividades específicas:

  •  EL ENCUENTRO DE INICIACIÓN.

  • LA ESCUELA PARA FAMILIAS ANIMADORAS MISIONERAS (EFAM)

Estas dos Actividades Específicas tiene cada una, bien claro su Objetivo General y sus Objetivos Específicos.  El contenido temático del Encuentro de iniciación se da en una jornada de 8 horas.  La EFAM consta de dos niveles que se dan en una Jornada de 30 horas cada una, con Actividades específicas Presenciales y Actividades a Distancia para realizar en más o menos un año. Las Familias Animadoras Misioneras hacen su Consagración y el Envío Misionero.

A nivel familiar: La familia escoge un “día familiar” para adelantar en su formación y proyección misionera, para crecer como familia, mediante un encuentro semanal familiar.  En éste la familia de manera creativa comparte la fe y las vivencias, crece en unidad, en espiritualidad y en general vive la vida de familia.  Cada familia define el tiempo de la reunión y designa un coordinador que logre la participación de todos.  Para estos encuentros las OMP ofrecen guiones (cartillas) que buscan la formación en las cuatro áreas: catequesis, espiritualidad, proyección y vida de familia.

El esquema para la reunión puede ser:

  • Oración o canto inicial.

  • Dinámica o ejercicio que esté en relación con el tema a tratar.

  • Lectura bíblica para la reflexión y profundización.

  • Dinámicas o ejercicios que ayuden  a la asimilación de los temas.

  • Compromiso que debe ser asumido por la familia y por cada miembro.  En todos los encuentros se evalúa y comparte el cumplimiento de éstos.

  • Oración por todas las necesidades el mundo.

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